Dear People of God of the Southwest California Synod,
Saint Paul wrote: “But one thing I do: forgetting what lies behind and straining forward to what lies ahead, I press on toward the goal for the prize of the upward call of God in Christ…” Philippians 3:14
The content of this report looks to the past, from the time between your 2019 Synod Assembly to the time when you would have had a joint Synod Assembly with the Pacifica Synod in the Spring of 2020, had there not been a global pandemic. The reports tell the story of the mission and ministry of this Synod during that time in your history. It is good to have this summary of the past. When it comes to our life together in Christ’s Church, it would not be good to “forgetwhat lies behind” as Saint Paul was suggesting he did about times in his life before he met Jesus.
I was not part of the Southwest California Synod during those days. I came onto the Synod staff August 1, 2020 as your Interim Bishop, following your beloved episcopal shepherd, The Reverend Dr. Guy Erwin, who took a new call to serve United Lutheran Seminary in Pennsylvania. I am only able to look to the future with you since I was not part of your past. That is my role for a brief thirteen-month season of time. There are several primary functions I am called to fulfill in the Office of the Bishop of the Southwest California Synod during these months. It will be important to continue to work with the Synod staff as we carry out the day- to-day ministries which have been entrusted to us. Working side-by-side with the Synod Council, its Executive Committee, a specially-appointed Transition Team, the Conference Deans, and other committees and groups within the Synod, will comprise much of the daily work. Becoming involved with congregations in transition or those facing particular challenges, as well a pastoral care for the rostered leaders, is all part of this ministry. Already in place with more to come are various teams that are preparing for a 2021 Synod Assembly, the elections of a new Bishop along with a large number of leadership positions within the Synod. These and others are critical components of the ministry description for this year. A primary goal of anyone serving in an interim position is to “prepare the way” and “set the stage” for the person who will follow in that position. Together you and I are called to create as smooth of a transition as possible for the incoming new Bishop and the other elected officers in the Southwest California Synod.
We have much work to do between now and then. We are being asked to do this during a unique time in our history as we continue to enjoy the blessings and gifts of God, but also as we face the difficulties, uncertainties, tensions and unrest of these current days. As the people of God and the Church of Christ Jesus, we are called to continue to proclaim the Good News in whatever ways are possible. Opportunities to care for and love our neighbor and all of God’s people will be always before us. Being beacons of the Light of Christ and glimmers of hope in these unpredictable times is our challenge and our privilege. To tell and retell the stories of the grace of God and Jesus’ love, his sacrificial death and his resurrection, will be at the core of our Lutheran identity and theology, and will always be primary in our Christian mission and ministry.
The events of the past as you read in these reports now bring us to the present as we also look forward to what is ahead. The next days will be filled with waiting and watching, as well as with wonder and expectation. We will set goals, then make plans for their implementation. While we pause momentarily to remember and understand our history, we are now invited to be on a journey of new beginnings and celebrations of things to come. The commission for the followers of Jesus is faithful and courageous ministry as we walk with him into the promises of new life.
Thank you for the privilege and the honor of serving you in the office of the Bishop of this Synod during this interim and transitional time.
Living with you and faith, hope, and love,
The Rev. Murray D. Finck
Interim Bishop
Querido Pueblo de Dios del Sínodo del Suroeste de California,
San Pablo escribió: “prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo
Jesús…” Filipenses 3:14
El contenido de este informe mira al pasado, desde el tiempo entre su Asamblea sinodal del 2019 hasta el momento en que se habría tenido la Asamblea sinodal conjunta con el Sínodo Pacífica en la primavera del 2020, si no hubiera habido una pandemia mundial. Los informes cuentan la historia de la misión y el ministerio de este Sínodo durante ese tiempo de su historia. Es muy bueno tener este resumen del pasado. Cuando se trata de nuestra vida juntos como la Iglesia de Cristo, no es bueno “olvidar lo que queda atrás” como sugería San Pablo, de los tiempos de su vida antes de conocer a Jesús.
No fui parte del Sínodo del Suroeste de California durante ese periodo. Llegué al personal del Sínodo el 1 de agosto de 2020 como su Obispo Interino, siguiendo a su amado pastor episcopal, el reverendo Dr. Guy Erwin, que recibió un nuevo llamado para servir en el Seminario Luterano Unido en Pensilvania. Sólo puedo mirar al futuro con ustedes ya que no era parte de su pasado. Ese es mi papel para una breve temporada de trece meses. Hay varias funciones principales que estoy llamado a cumplir en la Oficina del Obispo del Sínodo del Suroeste de California durante estos meses. Será importante seguir trabajando con el personal sinodal para llevar a cabo los ministerios diarios que se nos han confiado. Trabajar codo con codo con el Consejo Sinodal, su Comité Ejecutivo, un equipo de transición que ha sido especialmente designado para esa función, los decanos de las Conferencias y otros comités y grupos dentro del Sínodo, abarcará gran parte del trabajo diario. Involucrarme con las congregaciones en transición o con aquellas que enfrentan desafíos particulares, así como una atención pastoral para los líderes enlistados, es parte de este ministerio. Ya están en marcha varios equipos, y se añadirán otros, que se están preparando para la Asamblea sinodal del 2021, la eleccion de un nuevo obispo, así como con un gran número de posiciones de liderazgo dentro del Sínodo. Estos y otros son componentes críticos de la descripción del ministerio para este año. Un objetivo principal de cualquier persona que sirve en un puesto interino es “preparar el camino” y “establecer el escenario” para la persona que seguirá en esa posición. Juntos, ustedes y yo estamos llamados a crear una transición lo más suave posible para el nuevo obispo entrante y los demás oficiales electos en el Sínodo del Suroeste de California.
Entre tanto tenemos mucho trabajo que hacer. Se nos pide que hagamos esto durante un tiempo único de nuestra historia a medida que continuamos disfrutando de las bendiciones y los dones de Dios, pero también a medida que nos enfrentamos a las dificultades, incertidumbres, tensiones y disturbios de estos días actuales. Como pueblo de Dios y de la Iglesia de Cristo Jesús, estamos llamados a seguir proclamando la Buena Nueva de todas las formas que sean posibles. Las oportunidades de cuidar y amar al prójimo y a todo el pueblo de
Dios estarán siempre delante de nosotros. Ser faros de la Luz de Cristo y destellos de esperanza en estos tiempos impredecibles es nuestro desafío y nuestro privilegio. Contar y relatar las historias de la gracia de Dios y del amor de Jesús, su muerte sacrificial y su resurrección, será el núcleo de nuestra identidad y teología luterana, y siempre será primordial en nuestra misión y ministerio cristiano.
Los acontecimientos del pasado, tal como ustedes leen en estos informes, nos llevan ahora al presente, ya que también esperamos lo que está por venir. Los próximos días estarán llenos de espera y observación, así como de asombro y expectativa. Estableceremos metas y luego haremos planes para su implementación. Mientras nos detenemos momentáneamente para recordar y entender nuestra historia, ahora estamos invitados a estar en un viaje de nuevos comienzos y celebraciones de las cosas por venir. La comisión para los seguidores de Jesús es un ministerio fiel y valiente al caminar con él hacia las promesas de una nueva vida.
Gracias por el privilegio y el honor de servirles en la función de Obispo de este Sínodo durante este tiempo intermedio y de transición.
Viviendo contigo y la fe, la esperanza y el amor,
Rev. Murray D. Finck
Obispo Interino